Barcelona es considerada como la capital mundial del Modernismo. En la actualidad, sobreviven 116 edificios modernistas. Hemos recopilado las 15 mejores obras modernistas de Barcelona para que conozcas todas las curiosidades que están relacionadas con todas ellas.
Las familias adineradas de la época encargaron una serie de proyectos arquitectónicos, en gran parte con el fin de demosrar su poder económico. Así, el modernismo fue una tendendcia que marcó a toda Cataluña, especialmente a Barcelona. Gaudí, Pios i Cadafalch, Domènech i Montaner... han dejado su huella en la ciudad.

Calle Mallorca, 401
1. Sagrada Familia
La Sagrada Familia es un símbolo de Barcelona y el monumento turístico español más visitado, aunque todavía no está acabada. El arquitecto Antonio Gaudí le dedicó más de 40 años. Empezó a construirla en 1882.
Destaca por su orginalidad y sus gigantescas dimensiones. Su origen se remonta a 1869, cuando el fundador de la Asociación Josefina, dedicada a la devoción a San José, pensó erigir un templo en honor a la Sagrada Familia (San José, la Vírgen María y Jesucristo).
Sin embargo, con el tiempo fue adquiriendo un nuevo sentido. Su primer arquitecto, Francesc de Paula Villar, fue despedido por falta de entendimiento y sustituido por Gaudí. Éste terminó la cripta y presentó un proyect nuevo más ambicioso, construir una catedral con una torre central dedicada al Salvador de 170 metros de altura.
En 1891, se iniciaron las obras de la fachada del Nacimiento. Sin embargo, 34 años después Gaudí sólo había acabado el primero de los cuatro campanarios que se alzan en esta parte. El resto se finalizó después de su muerte.
La fachada del Nacimiento, en la calle Marina, intenta expresar y comunicar la alegría de la creación por el nacimiento de Jesús. Cuenta con un centenar de especies vegetales diferentes y otros tantos animales representados escultóricamente en las arquivoltas y las hornacinas. Tiene tres puertas. La central es la puerta de la Caridad en la parte izquierda se encuentra la puerta de la Esperanza y en el lado opuesto se encuentra la puerta de la Fe.
La contraposición a la fachada del Nacimiento es la fachada de la calle Sardenya. Ésta incluye más de un centenar de esculturas contemporáneas, realizadas por el escultor Josep Maria Subirachs, siguiendo los esbozos de Gaudí. Unas esculturas que evocan la Pasión y muerte de Cristo, llenas de dramatismo.
La fachada principal todavía no está terminada. Según el proyecto de Gaudí, miraba al mar por encima de la calle Mallorca y quedaba cubierta por una gran plaza que daba a una inmensa escalinata. Las naves del templo comienzan a tener ya forma, después años de estudio. Hacia 1910, Gaudí inició unos esbozos, a los que después, añadió la experiencia adquirida en la capilla de la Colonia Güell.
En el museo del templo, podemos conocer la historia de su construcción, fotografías, fragmentos de maquetas, iconografía y trabajos en hierro forjaado, madera y metal diseñados por Gaudí, entre otros elementos.
Una de las instalaciones anexas acogía las Escuelas de la Sagrada Familia. Estas escuelas fueron construidas originariamente para enseñar en ellas a los hijos de los albañiles que trabajaban en la obra. Se encuentran en un edificio en el que Gaudí no utilizó el hierro sino que realizó todas las estructuras a base de ladrillo.

Paseo de Gràcia, 92
2. La Pedrera o Casa Milá
Fue el último edificio de viviendas construido por Gaudí, por encargo de Pere Milà, un joven promotor urbanístico. Éste quería una obra suntuosa y con mucho lujo. En 1906, se demolió el antiguo chalé de tres pisos con jardín para crear la Casa Milà, una de las mejores obras modernistas de Barcelona.
La Pedrera es el nombre con el que los barceloneses bautizaron el edificio, una vez lo vieron acabado en 1910, donde prima la línea curva. Destaca que no hay ninguna pared maestra y los amplios y asimétricos ventanales de la fachada consiguen mucha luz natural. Originalmente, la Pedrera iba a ser una alegoría religiosa, culminando la fachada con un medallón de bronce de unos cuatro metros de altura. Sin embargo, unos sucesos políticos hicieron cambiar de opinión a Milà.
La fachada, revestida con piedra calcárea y balcones de hierro forjado, forma unos volúmenes curvos. La parte interior está construida con piedra del macizo del Garraf y la superior, con piedra calcárea de Vilafranca del Penedès.
La antigua cochera subterránea fue la primera que se construyó bajo tierra en Barcelona. En la actualidad es un auditorio que no está incluido en la visita turística.
La esposa del señor Milà, consintió en vivir entre techos ondulados hasta 1926. Tras la muerte del arquitecto, reformó la planta principal en un estilo Luis XVI mucho más de su gusto. En la actualidad, se exhiben las grandes exposiciones.
Por su parte, el Espacio Gaudí está en la buhardilla de la Pedrera, donde estaban los lavaderos de la casa y que ahora han recuperado su aspecto original. Su planta tiene forma de ocho y el elemento principal son los 270 arcos. La recuperación de este espacio ha supuesto la eliminación de los trece apartamentos construidos en 1953. Actualmente, el Espacio Gaudí explica la vida de Gaudí, su contexto histórico y cultural, y los valores artísticos y las técnicas de su obra.
Desde el Espacio Gaudí se accede a la azotea de la Pedrera que ha sufrido una restauración radical, conservándose solamente las chimeneas originales de Gaudí.
En la visita, se puede conocer la vida cotidiana de una familia burguesa de la Barcelona de principios del siglo XX. En casi 600 metros cuadrados, se encuentra la reconstrucción de una vivienda de la época.
La Casa Milà fue declarada por la UNESCO Bien Cultural del Patrimonio Mundial en 1984 y hoy en día es una de las mejores obras modernistas de Barcelona. Curiosamente, en esa época el aspecto de la Casa Milà no era muy bueno. Es en 1986, cuando Caixa Catalunya adquiere el edificio e inicia su restauración y rehabilitación. En 1996 se abrió al público como centro cultural. Actualmente La Pedrera es la sede de Fundación Cataluña-La Pedrera, y es donde se encuentran los diferentes departamentos de la Fundación.
A lo largo del año, se puede disfrutar de varios espectáculos en su azotea. Entre ellos, destaca un único, impresionante y envolvente espectáculo audiovisual en la terraza, La Pedrera Night Experience. Vive en primera persona esta espectacular experiencia nocturna. Y también La Pedrera al Amanecer, te permite disfrutar de una visita totalmente envolvente en La Pedrera al amanecer ¡con guía y bebida caliente!

Paseo de Gràcia, 43
3. Casa Batlló
En 1904, Antonio Gaudí reformó el edificio que databa de 1870 por encargo de Josep Batlló, un magnate del sector textil catalán. Reformó toda la casa y añadió un quinto piso, construyó sótanos, agrandó el vestíbulo, rehizo los muros interiores y la escalera, además, hizo que todas las habitaciones fueran curvas.
Lo más característico de la Casa Batlló es la fachada, que combina la piedra de las plantas baja y noble con el revestimiento de mosaico de las plantas superiores. El tejado escamoso recuerda el dorso de un reptil. Existen dos versiones de esta construcción. Por un lado, se dice que significaba la leyenda de Sant Jordi y la victoria sobre el dragón. Y por otro lado, definen la fachada como una alegoría de la fiesta del carnaval.
El interior es también espectacular. El patio de luces está recubierto con un revestimiento irregular de cerámica azul que se va oscureciendo, pasando del gris perla al azul cobalto a medida que asciende hacia la claraboya. Los balcones y las ventanas son más grandes en los pisos inferiores y se van haciendo más pequeños a medida que se asciende por el patio de luces. La escalera que conduce al piso principal se retuerce y el muro muestra unos reflejos y una superficie similares a las paredes de una cueva erosionada por el agua.
El piso principal está muy bien conservado. Los contrapesos que levantan las vidrieras están en pleno funcionamiento, al igual que las rejillas que permiten graduar la entrada de aire del exterior. Sin embargo, la planta noble sólo conserva dos muebles diseñados por Gaudí para los Batlló: un aparador y un banco.
Una obra que puedes visitar también puedes descubrirla de noche, con Casa Batlló Moon Nights, un viaje nocturno lleno de sorpresas para descubrir la magia de Gaudí. Y la mejor opción para las familias, descubre Casa Batlló con visitas teatralizadas. Conoce todos los rincones de la obra más creativa de Antoni Gaudí.

4. Parque Güell
El Parque Güell es también obra del genial arquitecto modernista Antoni Gaudí. Se trata de uno de los espacios verdes más emblemáticos de la ciudad. Declarado Patrimonio de la Humanidad en 1984 por la Unesco, es una de las mejores obras modernistas de Barcelona. En la actualidad, sólo conserva unas pocas construcciones acabadas del gran proyecto de Gaudí.
En 1899, Eusebi Güell compró una antigua finca rural de quince hectáreas, con el fin de convertirla en una ciudad-jardín inglesa. El proyecto principal consistía en la construcción de unas sesenta casas en parcelas, con una extensa zona verde comunitaria. La urbanización se inició en 1900 y se detuvo definitivamente en 1914.
Se construyeron las tres cruces, los dos pabellones de entrada, los muros de contención y toda la infraestructura viaria alrededor de una gran plaza sustentada por columnas. El proyecto fue un fracaso total. Sólo se vendieron dos parcelas a un único comprador, que sólo edificó un chalé. Cuando falleció Güell, sus herederos vendieron el solar al Ayuntamiento, que lo convirtió en un parque público.
En esta obra, la puerta principal está abierta en un muro de ladrillo decorado con mosaicos, protegida por una reja de hierro forjado y flanqueada por dos pabellones inspirados en el cuento "Hansel y Gretel". El pabellón de la izquierda representa la casa de los niños, la planta baja cuenta con una librería y una tienda de recuerdos y el de la derecha es el de la bruja. Recientemente restaurado, acoge el Centro de Interpretación del Parque Güell del Museo de Historia de la Ciudad de Barcelona.
La gran plaza circular es un privilegiado mirador sobre la ciudad, aunque su función era recoger el agua de lluvia. Está rodeada por un serpenteante banco de trencadís, combinando los colores verde, azul y amarillo, de diferentes maneras, y con forma de lunas, estrellas y flores abstractas. Unos colores que va desapareciendo gradualmente de izquierda a derecha, hasta que predomina el color blanco.
Destacan también los puentes y los pasos bajo los viaductos, con columnas torcidas, que hacen que parezcan grutas. El cuarto pórtico que conecta la parte superior con la inferior resulta muy especial, con paredes y arcos inclinados de aire surrealista. La cumbre de la colina donde está situado el parque está coronada por tres cruces, situadas donde Gaudí tenía previsto construir una iglesia. Éste es el punto final del ascenso: la cruz es el último símbolo.

Palau de la Música, 4 – 6
5. Palacio de la Música Catalana
El Orfeó Català encargó a Lluís Domènech i Montaner el Palau de la Música Catalana en 1904. Su primera piedra se colocó el día de Sant Jordi de 1905 y las obras duraron tres años. Una obra que se eirge sobre el solar del antiguo convento de Sant Francesc de Paula.
Fue inaugurado en 1908, con un breve concierto en el que se interpretaron piezas de Clavé y Händel. Su fachada sorprendió a los barceloneses. De obra vista y revestimiento cerámico, en la esquina está presidida por un grupo escultórico de Miquel Bray. Dos jóvenes y dos ancianos abrazan a una ninfa, mientras que Sant Jordi los protege con la bandera catalana ondeando al viento. En la fachada también hay un mosaico que representa “La balanguera”, del poema de Joan Alcover.
En el interior, encontramos un recargado vestíbulo , las bóvedas revestidas de azulejos y la escalera doble con balaustres de vidrio dorado.
En la sala de conciertos, se suceden esculturas, vidrieras policromadas, mosaicos y elementos decorativos que juegan con la luz y el color. Destaca la espectacular claraboya de vidrio coloreado en forma de campana invertida, que pesa una tonelada. Por su parte, el escenario de la sala también es espectacular. El proscenio cuenta con un conjunto diseñado por Domènech i Montaner, pero labrado por Dídac Massana y Pau Gargallo. A la izquierda, un busto de Josep Anselm Clavé y una alegorá de flores de mayo. A la derecha, el busto de Beethoven.
Por encima de él, las valquirias de Wagner. Asimismo, el escenario se completa con un órgano alemán, restaurado en 2004, y el hemiciclo, realizado en trencadís, destacando 18 esculturas. Una balconada y una columnata de influencia egipcia embellecen la sala, santuario de las mejores obras del modernismo en Barcelona. Destacan otros motivos florales, tanto en el techo como en las vidrieras y en las lámparas.
Otros aspectos signficativos son la sala de música de cámara y la sala de descanso de Lluís Millet.
En 2003, Oscar Tusquets demolió la iglesia del antiguo convento para dejar una plaza que dejase a la vista la vidriera original de Domènech, ya que antes quedaba escondida en el patio interior que había entre la iglesia y el Palau. Una vidriera que ha sido flanqueada por dos torres de ladrillo visto. En el subsuelo de esta plaza se ha construido el Petit Palau, una nueva sala con capacidad para 600 personas.
Es considerado como un ejemplo del Modernismmo catalán. De hecho, tiene el título de Patrmonio Mundial de la UNESCO. Aunque no fue siempre así. En los años 20, era considerado como extravagante y los arquitectos de la época pretendieron su demolición. Afortunadamente, se ha conservado, y hoy en día, es un emblema y una de las mejores obras del modernismo de Barcelona.

Calle de Sant Antoni Maria Claret, 167
6. Recinto Modernista de Sant Pau
Se fundó en 1401 después de las plagas de hambre y peste que se produjeron en Barcelona a finales del siglo XIV. Su primera sede estaba en el Raval. El edificio del Eixample se comenzó a construir en 1902, con un proyecto de Lluís Domènech i Montaner y el rey Alfonso XIII inauguró oficialmente el nuevo centro en 1930.
El hospital de Sant Pau ocupa una superficie que equivale al espacio de nueve manzanas del Eixample. Los terrenos fueron adquiridos por el antiguo Hospital de la Santa Creu y ampliados gracias a una donación del banquero Pau Gil. En la actualidad, se trata de una de las mejores obras modernistas de Barcelona y del mundo. Es una verdadera ciudad, con calles, jardines y edificios.
El pabellón de acceso está coronado por una torre y un reloj. Su fachada es de ladrillo de caravista, enriquecida con mosaicos de temas históricos y capiteles y ménsulas de piedra con forma de ángeles, unas obras realizadas por el escultor, Pau Gargallo. Otras obras que destacan en este edificio son los mosaicos de Mario Maragliano, la escalera y los techos. Este edificio principal fue construido entre 1905 y 1910.
El pabellón de entreda y los diez pabellones ubicados a su alrededor fueron construidos bajo la supervisión de Domènech i Montaner, caracterizados por el uso de la piedra, del hierro y de la cerámica. Mientras que el resto de pabellones del conjunto, son obra de su hijo, Pere Domènech i Roura. Los pabellones están rodeados de jardines y conectados por una red de pasillos subterráneos de dos kilómetros.
Los pabellones modernistas de Sant Pau fueron declarados Monumento Histórico-Artístico en 1978 y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997. Son una verdadera joya y de las mejores obras del modernismo en Barcelona.

Diagonal, 442
7. Casa Comalat
La Casa Comalat es una obra de Salvador Valeri i Popurull, con claras influencias gaudianas. Destacan las dos fachadas. La principal es simétrica y urbana, mientras que la posterior es menos formal, policromada y decorada con galerías de madera con persianas y cerámicas de colores.
El interior es también muy espectacular. Cuenta con unos asombrosos pavimentos de mosaico y un mobiliario, de formas extremadas, en concreto los bancos y las lámparas del vestíbulo.
El edificio está coronado por una torre que tiene forma de sombrero de arlequín revestido de cerámica vidriada verde.

Paseo de Gràcia, 35
8. Casa Lleó i Morera
La Sociedad Fomento del Ensanche contruyó la Casa Lleó i Morera en 1864 y Lluís Domènech i Montaner la reformó en 1905, con el fin de mejorarla para sus nuevos propietarios, la familia Lleó Morera.
Mosaicos, vidrieras, marqueterías, pavimentos y esculturas se pueden ver en el vestíbulo, la escalera, el ascensor y la planta principal. En este espacio hay una gran vidriera de la empresa Antoni Rigalt, que representa una escena rural. Además, hay 8 paneles y unos dinteles de cerámica con figuras de porcelana en relieve en los que el escultor, Eusebi Arnau, esculpió una canción de cuna.

Paseo de Gràcia, 41
9. Casa Amatller
En 1898, el industrial chocolatero, Antonio Amatller, quiso reformar un edificio para trasladar allí su residencia principal, la Casa Amatller. Para ello, contrató al arquitecto Puig i Cadafalch, que le dio una apariencia de palacio gótico, con la fachada plana y un patio central con una escalera. Siendo hoy en día una de las mejores obras del modernismo en Barcelona.
Sorprende la escalonada fachada y los detalles de inspiración medieval. Las puertas de acceso están decoradas con esculturas, capiteles y estucados.
En sus bajos, está ubicada una joyería que ha respetado las ventanas originales de ornamentación floral. En la planta noble, las figuras de las ventanas simulan las criaturas que poblaban los palacios y las iglesias góticas. Por su parte, el vestíbulo está adornado con tres lámparas de bronce y una escalera que lleva a la planta noble, donde se encuentra el Instituto Amatller de Arte Hispánico, fundado por la familia Amatller.
El piso principal conserva gran parte de su riqueza ornamental original. La chimenea es una de las piezas más notables, aunque muchos consideran que la obra maestra del piso es la columna de mármol rosado situada en medio de la tribuna y que se ve desde la calle.

Carolines, 18-24
10. Casa Vicens
La Casa Vicens fue un encargo de Manuel Vicens, fabricante de azulejos, a Antoni Gaudí. Se trata de una de las primeras obras del arquitecto, realizada entre 1883 y 1888. Vicens le encargó una casa particular en el antiguo municipio de Gràcia y, a su vez, tenía que anunciar los productos que fabricaba.
Gaudí le dio una forma al edificio inspirándose en la arquitectura india y japonesa. Recubrió gran parte de las tres fachadas con azulejos vidriado verdes y blancos, contrastándolo con el ladrillo visto. Destaca también la reja de hierro, que simula las hojas del margallón.
En el interior destaca la sala redonda, culminada por una bóveda mudéjar de yeso multicolor, la recargada decoración floral y la ebanistería de color rojo de la sala de estar.
La casa es una vivienda privada y no puede ser visitada.

Calle Nou de la Rambla, 3-5
11. Palacio Güell
El Palacio Güell es la primera obra de Antonio Gaudí en Barcelona, declarado Bien del Patrimonio Mundial por la UNESCO y representa una de las mejores obras modernistas de Barcelona. El arquitecto tenía sólo 34 años cuando recibió el encargo de construir la residencia privada de la familia Güell.
Gaudí contruyó un palacete, con los mejores materiales nobles. El resultado fue una obra maestra.
La fachada está construida con piedra, destacando el hierro forjado que cubre los tímpanos de los dos arcos de entrada y salida y que da forma al escudo que preside la fachada.
En el vestíbulo, una escalera conduce a la planta noble del edificio, donde se encuentra el salón central, coronado por una cúpula parabólica. En la azotea hay 20 chimeneas, restauradas entre 1988 y 1992, completándose los modelos originales en estas fechas, pero en algunas se optó por una reinterpretación. En esta obra, Gaudí utilizó por primera vez el trencadís. Mientras en el sótano, estaban las caballerizas de bóvedas de ladrillo.
La familia Güell vivieron en el palacio hasta la década de 1910, hasta que se trasladaron al Park Güell. Al estallar la Guerra Civil, el Gobierno de la Generalitat lo utilizó como comisaría. Fue heredado por su hija, Mercè Güell, que no pudo hacerse cargo de su mantenimiento y lo cedió a la Diputación de Barcelona cambio de un vitalicio el año 1945.
En 2011, abrió de nuevo las puertas al público después de unos años de restauración integral.

Paseo de Gràcia, 132
12. Casa Fuster
La Casa Fuster fue la última obra del arquitecto Domènech i Montaner en Barcelona. Es una construcción de aire neogótico, con tres fachadas de mármol blanco. El edificio debería haber ido coronado con una torre parecida a la del pabellón del Hospital de Sant Pau, pero nunca llegó a construirse. Destacan las buhardillas de aire frances y poco habituales en la época.
En los bajos del edificio estuvo ubicado durante mucho tiempo, el Café Vienès y en el sótano la sala de baile El Danubio. En 2004, la empresa Hoteles Center, compró el inmueble y lo rehabilitó, convirtiéndolo en un hotel de gran lujo y reabrió el Café Vienès.

Calle de Bellesguard, 16
13. Casa Figueras o Torre Bellesguard
La Casa Figueras o Torre Bellesguard fue construida entre 1900 y 1909 por el arquitecto Antoni Gaudí. Está ubicada a los pies de la sierra de Collserola. En 1969, fue catalogado como Bien de Interés Cultural y es una de las mejores obras modernistas de Barcelona.
Las ruinas medievales de Bellesguard fueron el punto de partida de la obra. El arquitecto construyó el edificio como castillo medieval de estilo gótico. Hoy en día, sigue siendo una residencia particular, lo que fue en su día residencia del rey Martín I, el Humano, último monarca de la dinastía de los Condes de Barcelona.

Paseo de Picasso, s/n. Parque de la Ciutadella.
14. Castillo de los Tres Dragones
El Castillo de los Tres Dragones acoge instalaciones cerradas al público del Museo de Ciencias Naturales.
Fue construido entre 1887 y 1888 por Lluís Domènech i Montaner en ladrillo visto, técnica poco habitual en la época, y constituye uno de los primeros ejemplos del Modernismo barcelonés. Recientemente, ha sido remodelado, respetando los valores arquitectónicos de su construcción y mobiliario.
Tiene cierto aire medieval por sus almenas, su friso de escudos y su sobriedad.

Casp, 48
15. Casa Calvet
La Casa Calvet es una obra de Antonio Gaudí. Su primer edificio de viviendas fue iniciado en 1898, con elementos barrocos como las formas onduladas, la piedra arenisca, los balcones o las tribunas. La fachada está presidida por una tribuna barroca con barandillas de hierro forjado y relieves.
También cabe destacar el vestíbulo de la entrada y en el de los bajos, actualmente transformados en el restaurante Casa Calvet. Se conserva el mobiliario del despacho original del negocio textil de los Calvet. Destacan elementos como las lámparas, los bancos, las mamparas de madera, los picaportes y las vigas del techo.
Para mí, Barcelona es una de las ciudades con más encanto del mundo. Hubo una época en la que me planteé irme a vivir allí pero finalmente desistí… me maravilla esa ciudad, de verdad!!
Algunos lugares de los que recomiendas no los conocía así que tomo buena nota para mi próxima visita que espero sea más pronto que tarde. Gracias!
Ojalá puedas venir pronto y disfrutar de todas las maravillas que tiene Barcelona.
Wowww que maravilla de fotos, este post es mucho mejor que una guía turística de Barcelona. Me encanta la arquitectura que nos ofrece esa ciudad.Es una auténtica maravilla.
Totalmente de acuerdo. La arquitectura de Barcelona es una auténtica maravilla. 😀
Hola! no he estado nunca en Barcelona pero algunas de estas obras las conocía por la televisión, como la Sagrada Familia o el parque Güell. La que más me ha impresionado es la casa Batlló, con ese techo que de verdad asemeja las escamas de un dragón. Besos!
Todas son espectaculares, seguro que te gustarían si las visitaras algún día.
ojalá un día se me haga visitarlas y ser hombre quien les cuente mi experiencia en barcelona.
Si las visitas, ya nos lo contarás.
Barcelona lo tiene todo, está ciudad está en mi lista de lugares por visitar y con este post me doy cuenta que me estoy perdiendo de lugares bonitos por disfrutar.
No sé dónde comenzaría mi aventura de descubrimiento, pero con este post tengo una guía excelente para saber que lugar tengo que viditar sí o sí.
Saludos.
Me alegra mucho que te haya servido tanto y ojalá vengas pronto.
Bueno pues si que Barcelona tiene hermosas estructuras yo solo conocía la Iglesia y el equipo de fútbol jejeje que igual esta bien estructurado a lo que se escucha de los fans, pero que hermoso me parecen todos creo que me faltaría vida para conocer tantos lugares del mundo gracias por compartirlos por este medio.
Saludos.
Gracias a ti. Si quieres conocer más cosas sobre Barcelona, vista nuestra página.
Hola guapa
Me voy a guardar este post en destacados porque este año tengo que ir a Barcelona si o sí! Solo he estado dos veces y las dos para coger un crucero, así que solo conozco las ramblas y la zona del puerto jeje
Me encantaría visitar el Parque Güell, debe ser un espectáculo
Un besazo
Cuando vengas, ya nos contarás. Espero que te guste.
Que buena elección guapa, me falta mucho por conocer en Barcelona, definitivamente hay lugares que mencionas que aún no he visitado como el Parque Güell, tampoco he visto la Casa Amatller o la de Vicens o el Palacio Güell para mencionar algunos… Me falta un montón :/ Pero lo bueno es que hay tiempo y seguro llegará el momento de conocer. Gracias guapa.
PD: Me ha encantado la imagen de Casa Batlló, tanto pasar por allí y solamente hasta que di una vuelta con una barcelonesa no me enteré de la historia, me encantó 😀
Gracias. Yo voy conociendo también poquito a poco, hay tantas cosas por conocer en Barcelona.
A pesar d haber nacido en barcelona y haber pasado por esos edificios nunca me paré a hacer fotos…en realidad tres de ellos….los demás los conocía por ser en su dia estudiante d bellas artes….todos estos edificios de gaudi en la gran mayoría los añoro ya que hace un año que ya no vivo en esta maravillosa ciudad
Que extraño que cuando vives no das importancia y cuando no estas la echas de menos
Un saludo a tod@s
Es verdad, muchas veces no damos tanta importancia a cosas de día a día, solamente cuando estamos lejos. Me encanta que te haya gustado.
Voy a guardar este enlace porque es super interesante
Cada semana subo a barna y haré fotos de estos parajes y evidentemente d sus calles y sus gentes q es lo q mas me mola…lo q no se ve pero se percibe!!!
Barcelona es única, combina lo bueno de una metropoli y la cercanía a lugares alejados del bullicio.
Totalmente cierto.